26 febrero 2010

El LIS con los vecinos afectados por la Riada

Este partido, su Presidente Fidel Prieto y el Concejal en el Ayuntamiento loreño, Alfonso Morales y todos sus miembros al completo, nos ponemos a disposición de los vecinos que necesitaren cuantas gestiones y ayuda podamos ofrecer y aportar desde este humilde partido político loreño. Dicho lo cual, sólo nos cabe decir que el consuelo en estas situaciones es poco, apenas pensar que pudo ser peor. Afortunadamente no ocurrieron desgracias personales. La vida es lo más importante que tiene una persona, y por lo tanto, podemos consolarnos con ello, con que el río no se ha llevado ninguna.
El desastre material es grande. Los loreños hemos vivido la realidad de un río que es parte de nuestras vidas, de un río que ha venido a decirnos que su sitio lo reclama cada ciertos años, nos ha recordado a los hombres, que vamos pasando, que no debemos olvidar que el río grande, el Guadalquivir, siempre está ahí y quiere su espacio. Tras la tempestad siempre llega la calma. Y es entonces, en frío, con la cabeza serena, cuando la sangre ya no hierve en las venas, cuando la imagen dantesca sólo es recuerdo, cuando se debe hacer balance.
Y la conclusión no es otra, más que hoy sufrimos las consecuencias de las malas previsiones, de la dejadez en el cumplimiento de las funciones de algunos dirigentes que miraron más por otros intereses que por los del ciudadano. La misión de un político no es sólo decidir sobre el presente, sino decidir sobre el presente cuestiones que afectan al futuro. La urbanización Residencial Virgen de Setefilla sabe bien de lo que hablamos, de decisiones que hoy no tienen marcha atrás, porque nadie advirtió que las casas debieron hacerse en alto. En otras épocas, otros dirigentes permitieron que se hiciesen casas en zonas donde el río también se hizo presente.
No es hora de lamentarnos, sino de buscar soluciones, de ayudar y de echar una mano a las familias afectadas y de acompañarlas en este lance de la vida. No haremos leña del árbol caído, pero como grupo de la oposición, como representante legítimos del pueblo loreño que quiso que defendiésemos los intereses de Lora, debemos buscar y pedir las responsabilidades que correspondan y a quien corresponda.
Pronto pasará el agua y todo esto sólo será un mal recuerdo para muchos de nuestros vecinos. Sin embargo, otros se enriquecieron a costa de los sueños de familias que sólo buscaban un lugar digno, decente y pacífico donde vivir. Lamentablemente, cada vez que la lluvia nos visite, muchas familias, con casas legalizadas o sin legalizar, volverán a soliviantarse recordando que su destino puede enfangarse de nuevo. Dentro de un año, cuando los ciudadanos se acerquen a las urnas a decidir quién dirigirá el destino de este pueblo los próximos cuatro años, deberán pensar, que la decisión que están tomando no es sólo para cuatro años, sino para el resto de sus vidas, porque muchas de las decisiones que se tomen en esos cuatro años, serán para siempre. La diferencia de unos políticos y de otros, es que algunos queremos un futuro mejor para Lora, y otros sólo lo quieren para ellos mismos.

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